Y Jesús dijo: Dejad a los niños, y no les impidáis de venir a mí; porque de los tales es el Reino de los cielos. Mat 19:14
En aquel tiempo, respondiendo Jesús, dijo: Te alabo, Padre, Señor del cielo y de la tierra, que hayas escondido esto de los sabios y de los entendidos, y lo hayas revelado a los niños. Mat 11:25
Y dijo: De cierto os digo, que si no os volviereis, y fuereis como niños, no entraréis en el Reino de los cielos. Mat 18:3
Entonces le fueron presentados unos niños, para que pusiese las manos sobre ellos, y orase; y los discípulos les riñeron. Mat 19:13
y le dijeron: ¿Oyes lo que éstos dicen? Y Jesús les dice: Sí; ¿nunca leisteis: De la boca de los niños y de los que maman perfeccionaste la alabanza? Mat 19:16
La palabras y gestos de Jesús no pueden ser más claros: los niños son una de las expresiones más claras y axiales del Reino de Dios. Ellos expresan y representan la esperanza de la naturaleza humana; son el principio fundamento de la sociedad. No podemos olvidar que las personitas de los niños estuvieron muy cerca de todo el magisterio de Jesús: «Y le presentaban niños para que los tocase; y los discípulos reñían a los que los presentaban. Y viéndolo Jesús, se enojó, y les dijo: Dejad los niños venir, y no se lo estorbéis; porque de los tales es el Reino de Dios. De cierto os digo, que el que no recibiere el Reino de Dios como un niño, no entrará en él. Y tomándolos en los brazos, poniendo las manos sobre ellos, los bendecía. Marcos 10 13-16.
Para los discípulos de Jesús, los niños fueron vistos como un obstáculo, como una molestia. Por el contrario Jesús los corrige y le recuerda el inmenso valor que tienen los niños. Para nuestra época y todas las épocas, las palabras de Jesús son determinantes si queremos construir una sociedad sana y creativa. El crimen más grande que la sociedad puede realizar tiene que ver con el daño moral y físico que se le pueda hacer a un niño. Para que una sociedad o una cultura pueda desplegar todo su potencial espiritual, personal, material, cultural y humano,- todas sus estructuras-, tales como la familia, el colegio y la institucionalidad y organizaciones, deben estar centradas en el despliegue del potencial del niño. ¿Es eso lo que viene haciendo nuestra sociedad? ¿Cuál es el modelo mental que se tiene sobre los niños en nuestra sociedad? ¿Por qué nuestra sociedad, sigue tiranizando a los niños?
Lo que no podemos olvidar, si deseamos meternos en las palabras de Jesús, es que los niños, cualquiera sea su condición cultural, social, económica o racial son personas marcadas con el sello de la sacralidad más elevada. El gran desafió es meternos y aplicar, de corazón, alma y sombrero, los significados dados por Jesús sobre el sentido de humanidad de los niños.
Felipe Cárdenas
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